miércoles, 13 de junio de 2012

Mi colega Tigris



Mi amiga y colega Tigris está en fase de traslado de domicilio. Ganas me están entrando de irme con ella. Emigrar, como si fuera una gata rumana o húngara. Esta casa no es lo que era y mucho me temo que no volverá a ser jamás el hogar apacible y tranquilo que alguna vez fue. Una, incluso gata, va teniendo una edad para según qué cosas.

Si me quedo es por mi humano alfa, a pesar de su debilidad por la Niña. A la humana no hay quien le aguante en modo natural y menos ahora que está en fase de retiro. Toda la vida oyéndola despotricar con su trabajo, que no ha tenido ni un solo jefe de su gusto y ahora anda amurriada por los rincones, pensando en qué va a hacer cuando se jubile.

Me contengo para no maullarla: que aquí la que tendría que estar amurriada soy yo. No se hacen ustedes una idea de lo que puede ser mi vida con la humana todo el tiempo alrededor y sin nada que hacer. Sólo de pensarlo se me ha puesto la cola como el cepillo de un autolavado de coches.

Así estamos estas semanas: entrenándonos para el futuro. Ahí es cuando se me ha ocurrido la idea de emigrar con mi amiga y colega. Pero Tigris es una gata joven que tiene que hacerse una biografía y yo, en materia de biografías, estoy de vuelta. Preferiría conservar mi estatus, mi sillón, mi hueco al sol en la terraza, mi sitio al lado del humano alfa en el sofá. Tampoco mi humana está para trotes, pero ella no se da por aludida.

Lo de los jefes y mi humana es una cosa de estudio. Algo patológico. Lo coge un psiquiatra equilibrado –incluso si no es argentino- la pone bajo el microscopio, escribe lo que ve y le dan un Nobel.

Por alguna razón que a una gata se le escapa, la humana tiene dos jefes: el supremo, que ahora es jefa, y el vicesupremo, que es y siempre ha sido jefe. La ministra y el viceministro, también conocido como secretario de Estado, actualmente el conocido como Tom Sawyer. Cuando nombraron a la primera pareció ponerse contenta.

- Por fin una chica al mando, repetía alborozada.

La cosa duró dos telediarios. En cuanto la jefa empezó a abrir la boca, se acabó el idilio. Y la jefa es de las que hablan. Y obran. Lo primero que obró fue una reforma de las condiciones de trabajo, aspecto sobre el que mi humana es muy sensible.

- Nos llevan a la miseria, éstos nos llevan a la miseria, repetía afligida.

La ministra empezó un periplo mundial por todas las emisoras de radio, cadenas de televisión y prensa afines al régimen para explicar las bondades de sus propuestas. En realidad, la jefa se limitó a pasear el argumentario proporcionado por las mentes pensantes de su partido, repitiendo oraciones como si se hubiera tragado un chip con la grabación.

“España necesita empleos estables y de calidad para ganar competitividad y asegurar el crecimiento futuro y, de esa manera, el mantenimiento del Estado del Bienestar", declaraba en la Cope.

"Los principales objetivos de la reforma laboral son más empleabilidad, más estabilidad, más derechos, más flexibilidad interna en la empresa, más eficacia en las relaciones laborales, y más eficiencia en el uso de los recursos públicos", afirmaba en Intereconomía.

Cuando la ministra pretende aliviar la presión reformista introduce otros asuntos con similar procedimiento. Es lo que ocurrió cuando, en sede parlamentaria, afirmó que la soberanía reside en el Congreso, pasándose por el arco del triunfo el artículo 1.2 de la Constitución Española: La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado.

A mi humana estas declaraciones le han ido sublevando el ánimo hasta extremos de difícil descripción.

- Es mentira, todo lo que dicen es mentira. Están devolviéndonos a los años 50 del siglo XX, brama al oir a su jefa.

- Esto es la legalización de la esclavitud, insiste.

- Han dejado el mercado laboral en manos de los empresarios, apunta como discurso alternativo.

Así llevábamos varios meses cuando la jefa se desplazó al sur para algún menester ministerial. Embargada quizá por la emoción del solar patrio, se puso a largar y allí fue que dijo que la cosa laboral estaba en un tris de arreglarse por el favor de la Santa Patrona. La Santa Patrona del lugar es la Virgen del Rocío, imagen de mucho prestigio en el ámbito creyente.

- Ésta confunde la velocidad con el tocino o se ha privado con manzanilla, clamaba mi humana al ver las imágenes de su jefa. Desde ese instante, la ministra, antes Lurditas, ha pasado a ser Rociito y, salvo metedura de pata de alto nivel, así se va a quedar para los restos. Mi humana no hubiera tenido precio como bautista.

Mi humano y yo sabemos que la jefa hizo lo que todos hacemos en situaciones similares: un viva Castagena, pero el asunto del Rocío ha dado para muchos chascarrillos y raro es el programa de televisión que no se ha hecho unas risas a su costa.

  

El, de momento, último episodio ocurrió el domingo cuando en twitter salió un mensaje diciendo que la Rociito había sacado 5.000 y pico puntos en un juego de esos que tienen los móviles. Una cosa intelectual: aplastar bolas o matar marcianitos, no sé muy bien.

Cuando mi humana vio el tuit saltó como con resorte:

- Esto no es cosa suya, ¿de qué va a sacar tantos puntos con un juego de habilidad?

Al rato, un nuevo mensaje aclaraba que todo se debía a una travesura infantil. El niño de la ministra había cogido el aparato mientras su mamá entraba en trance a causa de la rueda de prensa en la que el presidente venía a negar –tarde y mal- lo que todo el mundo afirmaba a esas horas: que la economía española estaba secuestrada por los bancos y que el rescate se había fijado en una cuantía máxima de 100.000 millones de euros, que no sé cuánto es pero por las exclamaciones que oigo parece una cantidad exorbitante. 

Desde ese instante, mi humana está atacada de los nervios.

- No puede ser, no hay quien soporte un gobierno que nos lleva a la ruina, que no se entera de lo que pasa, que deja la gobernación en manos de la cofradía de la Ceoé de los Díaz Ferrán y de los banqueros de Rato.
Y aquí nadie dice nada, todos callados.

- El capitalismo es el único sistema que se adapta a todas las circunstancias históricas, trata de explicarle mi humano.

- No empieces templando gaitas con tecnicismos economistas, corta ella por las bravas.

¿Cómo quiere que alguien diga algo si ella no deja hablar?

3 comentarios:

TIGRIS dijo...

Ay, querida Poe, pero que requeteilusión que me hacer leerme en tu blog!.

Te cuento que esta casa tampoco es lo que era, ya no queda nada más que lo básico: el sofá, la cama, las sillas y mesa del comedor y poco más. El humano Beta está encantado y no hace más que preguntar porqué tienen tantas cosas si al final solo necesitan esas poquitas (y añade que todavía le sobran algunas), pero mi humana alfa no está de acuerdo y anda retenida, porque resulta que todo lo que necesita ya está empaquetado y no se acuerda donde, hoy resulta que tiene que imprimir tres documentos y no encuentra los folios...

A mi también me aburre un poco esta casa sosa, porque termino mi patrulla en un plis y ya no me queda mucho más que hacer, en la calle hace calorcito y sol, pero eso también piensan los perros de los vecinos, y están todo el día montando guardia en mi puerta, así que no puedo ni salir a dar un garbeo. Mi humana me ha prometido que en la próxima casa no habrá perros. Ya veremos...

Otra cosa que no han guardado es el ordenador, y ahí está mi humana, sin más juguetes, ni huerto ni nada, todo el día despotricando contra todo, los mismos argumentos que te leo, diciendo que quiere emigrar a Perú (que lo he buscado en Google Maps, y aun ando hiperventilando), a ver si ellos nos acogen, y aburriendo a todos sus humanos amigos con tanto reenvío y protesta.

Así que aunque estaría encantada de que te vinieras conmigo, yo tampoco te recomiendo este hogar y casi que las dos nos buscamos otro, no sé, de un eremita perdido en el monte, o si no de algún banquero, que por lo que he oído, les han regalado muchísimo dinero y tiene pinta de que es gente que puede pagar y mucho porque se estresen infructuosamente otros. Nuestros humanos, por ejemplo.

Lametones de tu más sincera admiradora.

Pilar Abalorios dijo...

No creas que no te entiendo, pero es que es tan dificil ver lo que está pasando y no "invadir Polonia" o "los jardines de invierno" o algo !!!!

Tita dijo...

¡Anda ya! ¿en serio dijo que con el favor de la santa?

¿Y yo me he perdido esto? No sé donde vamos a parar....