jueves, 11 de marzo de 2010

Un tozolón tal que así

Entrevistan al presidente Zapatero en TVE y se andan con pocos miramientos. Los periodistas van directamente a las cuestiones que interesan al ciudadano. El presidente se defiende esta vez mejor que otras que le he visto, pero malamente siempre.

Se tiene la impresión al verle de que vive ajeno a la realidad. Teoriza. Habla de las cosas como él quisiera que ocurrieran más que como ocurren de verdad. Cuenta lo que hace su gobierno, bienintencionado, solidario, comprometido. Omite referirse a las desavenencias entre sus ministros, a los bloqueos, a los despistes, a la falta de comunicación.

Tengo la sensación de que hablamos de mundos separados: por un lado, el de los ciudadanos comunes con sus problemas, sus hipotecas, su trabajo mal pagado o su paro, ahora el riesgo de demorar la jubilación, la enseñanza pública depauperada para engordar a la privada, la sanidad pública camino de la privatización, el adelgazamiento de los servicios públicos… Por otro lado, la casta de los políticos, acomodados en sus privilegios, con el confort garantizado de por vida.

Sé diferenciar los políticos de un signo y de otro, nunca se me ocurriría decir que todos son iguales. Defienden sociedades distintas, filosofías y objetivos diferentes. Pero unos y otros comparten la condición de privilegiados, a salvo de la tempestad. Y, con demasiada frecuencia, ese confort les hace insensibles.

Por eso, sorprenden sus discursos, sus análisis. Desde el gobierno, porque tienden a teñir de rosa la realidad. La oposición, porque ofrece una visión con chafarrinones negros. No es extraño, pues, que un porcentaje cada vez mayor de ciudadanos sientan desafección por aquellos que ellos mismos han colocado en el sillón de los privilegios o, más directamente, los tomen a chacota.

Deberían darse un baño de realidad. Hacer una inmersión en la vida real, pongamos un día a la semana. Bajar al metro o salir a ver las tierras anegadas; comprar en el mercado o en el autoservicio para enterarse de a cómo van las judías, las fresas o los tomates. Llevar a los niños al cole por la mañana y recogerlos por la tarde, hacer la comida, recoger la casa. Hacer, en suma, lo que hacen los hombres y las mujeres de este país a diario.

Así sabrían lo que vale un peine y no pasaría como pasa, que mientras ellos se dedican a hablar del mar y los peces resulta que los políticos son la tercera causa de preocupación para los españoles. Como si no tuviéramos bastante con llegar a fin de mes, salvar el puesto de trabajo o las bombas de Eta, añadir lo que hacen o dicen los políticos.

Es que a veces te dan ganas de darles un tozolón tal que así.

4 comentarios:

Uma dijo...

Pues sí!
Habria que darles un sueldo normal durante un par de meses, a ver que hacían!
Desde que leí lo que cobraban y que lo hacían de por vida, se me ha ocurrido una posible solución o al menos parche a la crisis...con todos los politicos que hay..si se les quitara 100 euros al mes...se ahorraría un huevo ¿no? y ellos ni lo notarían!
que aquí solo se tira de ciudadanos comunes...que mucho con las jubilaciones blindadas de los banqueros y brokers pero ellos....
besos

La de la tiza dijo...

Hola, Uma: no, tienen un sueldo razonable (algunos no lo cobrarían nunca en un trabajo acorde con sus méritos y para otros es poco más que calderilla) pero los diputados lo pierden cuando cesan. Los ministros lo perciben durante dos años, que es el tiempo que la ley les prohibe trabajar en el sector donde ejercieron su cargo. Y a todos ellos les queda la pensión máxima cuando han ejercido durante dos legislaturas, ocho años, siempre que coticen por el periodo que le ley establece.
Las jubilaciones blindadas de banqueros y gente de esa especie es inmoral, a mi manera de ver, pero no es con cargo al erario, se lo regalan sus empresas porque son así de cariñosas.

Tita dijo...

Me quedo con esto

"Sé diferenciar los políticos de un signo y de otro, nunca se me ocurriría decir que todos son iguales. Defienden sociedades distintas, filosofías y objetivos diferentes. Pero unos y otros comparten la condición de privilegiados, a salvo de la tempestad. Y, con demasiada frecuencia, ese confort les hace insensibles."

El alma del post, por otra parte tan bien explicado como siempre.

Besos

Valdomicer dijo...

Hace unos días leía en no sé qué periódico una columna escrita por no sé quién que decía que a los políticos habría que someterlos periódicamente a los mismos test psicotécnicos a los que se somete a los conductores, por prudencia.
Estoy seguro que al 99% habría que retirarle el carné.