martes, 13 de abril de 2010

España mañana será republicana



Se cumplen este 14 de abril de 2010 79 años de la proclamación de la segunda República española, tras las elecciones municipales que dieron la mayoría a las izquierdas.

En puridad, lo que se dilucidaba en las urnas el 12 de abril de 1931 era la composición de los ayuntamientos, si bien la victoria de los partidos republicanos en los núcleos urbanos de mayor población fue tan abrumadora sobre los partidos monárquicos que el rey Alfonso XIII no tuvo más remedio que hacer la lectura correspondiente y el 14 de abril abandonó el trono marchando al exilio, de donde nunca más volvió, proclamándose ese mismo día la 2ª República española.

La República abogó desde el primer momento por una modernización de las estructuras económicas para sacar a España de la profundidad de un sistema caciquil y arcaico. Su apuesta por la reforma agraria fue interpretada como una amenaza por los grandes propietarios de tierras – la Iglesia y los latifundistas – que vieron en la República un riesgo para sus privilegios. Ello, unido a los errores de los partidos de izquierda, empeñados en una disputa suicida sobre galgos o podencos, llevó al fracaso a aquel primer intento de modernización de España.

Sin embargo, a pesar de las amenazas interiores y exteriores que cercaron a la República, aquellos años permitieron entrever lo que pudo haber sido y no fue. Las mujeres ganaron por primera vez el derecho al voto. La ciencia y la cultura brillaron como no lo habían hecho antes y como tardarían muchos años en volver a hacerlo. Se extendió la alfabetización a lugares donde las letras eran un lujo. Se iniciaron campañas de salud en los núcleos rurales donde reinaba la incuria más absoluta. Se mejoraron las condiciones laborales de miles de trabajadores.

Empero, la República cometió algunos errores de bulto. El primero, ya se ha dicho, es achacable a algunos de los partidos de izquierda, ciegos y sordos a la realidad nacional. El segundo: la confrontación con la Iglesia. Es verdad que los ataques fueron minoritarios, cometidos por grupos incontrolados. Pero el clero – alineado, para variar, con las fuerzas más reaccionarias – pudo esgrimir aquellos ataques como heridas de una guerra en la que la institución fue más verdugo que víctima y mantenerse aferrada a unos privilegios de los que aún hoy no se ha desprendido.

El tercero y definitivo de sus errores fue su debilidad ante el ejército. Unos militares bravucones, corruptos, mal formados y peor pagados, que se habían forjado en la guerra de África y que habían tenido en el rey destronado su principal valedor. El Gobierno de la República no supo o no pudo desarticular aquel nido de corrupción y golpismo, primero, y, en julio de 1936 no alcanzó a calibrar el peligro de la asonada militar.

La confluencia de sus errores con las fuerzas contrarias acabó con el único intento real de llevar a España a la modernidad. Todavía estamos pagando las consecuencias de aquel fracaso.


Con todo, me parece que seguimos abundando en errores antiguos cuando asimilamos la idea republicana con la nostalgia y el pasado. A mi manera de ver, los ideales de la República son los de una sociedad avanzada y de progreso, los ideales de la Revolución Francesa: un nuevo contrato social que destierra privilegios de cuna y ofrece las mismas posibilidades a cada ciudadano. La República no es sólo, aunque también, una forma de Estado que descarta la permanencia en el poder por razones hereditarias, derivadas de los derechos de bragueta, como atinadamente definió hace años el entonces senador Juan González Bedoya.

La República supone la dignificación de la política, la asunción de responsabilidades colectivas. “Nadie debiera extrañarse de un esfuerzo tricolor por cambiar la Constitución para dignificar las reglas públicas de la convivencia”, escribía el pasado domingo Luís García Montero, en un artículo de Público que titulaba “La tradición republicana como futuro”. A lo que sólo me queda añadir que aménjesús.

9 comentarios:

Cruela DeVal dijo...

como siempre lo haces fácil de entender... yo tampoco entiendo las monarquías y creo que la república no es una cosa del pasado aunque hasta leerte no me había fijada que sí es cierto mucho hablan de ella con la nostalgia de las cosas que pasaron para no volver, como una abuela querida que se nos fue... en fin yo también apoyo la moción.
Por cierto y sé que sabrás contestar qué significa el tercer color morado de la bandera republicana?¿
Besos

Anónimo dijo...

Que lecciones de política e historia me estais dando entre tu y Cruela ...enganchada me teneis !

A ver si de una vez dejamos la nostalgia aparcada y miramos hacia delante, que buen artículo el del Luís García Montero ! yo también digo amén !

Una nota de humor : mi padre hasta hace poco estubo hospitalizado, despues de recibir mil pinchazos por todas partes, le dijo a una enfermera que le pinchara en el lado izquierdo por que el es republicano, la cara de la enfermera era un chiste jajaj

Besos !

Uma dijo...

pues yo no creo que esté tan mal el modelo actual de monarquia parlamentaria, tal vez pq no he conocido otra cosa, es verdad, pero....
besos

La de la tiza dijo...

Crue: la bandera tricolor parte, en realidad, del malentendido que supone creer que la bandera de Castilla era morada, cuando realmente es carmesí.
Los republicanos reivindicaron la bandera tricolor para diferenciarse de la roja y gualda que identificaban con la dinastía de los Borbón y que, en realidad, simbolizaban los colores de la corona de Aragón y de Cataluña.
Como bien sabes, la unidad de España se alcanza con el matrimonio de los Reyes Católicos que representaban los reinos de Aragón y de Castilla.
Así, la República se reclama de la misma unidad pero interpretando que el color de Castilla es el morado, en vez del carmesí.
Es el mismo error que se viene produciendo en Castilla cuando se reivindica el pendón morado de los Comuneros, que nunca existió.
¿Respondo a tus dudas?
Besitos, rubia

La de la tiza dijo...

Bet: nada de lecciones, es un gusto compartir.
Lo de tu padre me parece muy gracioso y consecuente.
En mi familia celebramos últimamente más a Papa Noel y cuando me preguntan qué me han traído los Reyes, siempre respondo que nada porque soy republicana.
Será por eso o por razones personales - de ellos, no mías - pero es verdad, nunca me traen nada.

La de la tiza dijo...

Uma: es que a veces lo bueno es enemigo de lo mejor...
Besitos, guapa.

Tita dijo...

Yo digo como Uma, que solo he conocido monarquía democrática, y mientras no se suban a la chepa, y nos hagan de RRPP...bueno. Pero tienes razón en que a veces lo bueno es enemigo de lo mejor. Aunque claro, por comparación estamos mejor, que estuvisteis vosotros.

Por otro lado...nena, que describes a la república como al niño que le dan una ostia por pequeño e inmaduro...¿se la merecen?
Los culpables son los golpistas, y los que habían disfrutado del poder durante siglos. Es lo que tiene la experiencia, que mete ostias dobladas a los borrachos de libertad.

Besos

La de la tiza dijo...

Tita: pues si lo he descrito así es que lo he hecho muy requetemal.
La República cometería - cometió de hecho - errores pero es evidente que no murió de muerte natural sino por las armas y la víctima nunca es culpable. Culpables fueron quienes la atacaron y quienes no supieron defenderla pero, fundamentalmente, quienes se levantaron en armas contra el poder establecido y no respetaron el veredicto de las urnas.

Fran Mendoza dijo...

Ojalá tengais razón, y mañana españa sea una república... Para eso, hace falta que se una más gente, y lo proclame ...