martes, 15 de febrero de 2011

Tenemos el gusto de invitar



Llamo al Heredero para hablar del formato invitación a la boda.
La familia de la Miss lo tendrá claro, supongo yo; ellos son del tipo tradicional: papá, mamá, niña, abuelos – dos – abuelas – otras dos -, tíos – todos por vía directa – primos – herederos de los tíos en primera línea de sucesión -. No hay vericuetos posibles, estos siguen la máxima eclesiástica de que hasta que la muerte los separe aunque en el entretanto se distraigan en casa ajena si llega la ocasión.

No es el caso de la familia del novio así que he de resolverlo con él para llegar a la petición con el asunto decidido. Estas cosas se resuelven en casa.

El Heredero se presenta en casa con la Miss. He preparado comidita casera: sopa de boletus con hojaldre y pastela de marisco. De postre, arroz con leche.

Mientras mi chico entretiene a la Miss en la terraza, mostrándole las flores que nos han acompañado incluso en lo más crudo del invierno, le planteo la cuestión al Heredero.

- ¿Ya habéis pensado cómo queréis las invitaciones?, le pregunto directamente.

- En papel, supongo yo que se harán ¿no?, o no está muy puesto en la materia o se quiere quedar conmigo.

- O en un pendrive, si tenéis capricho, le digo a mi vez. Lo que te pregunto es quién va a invitar si los padres o vosotros o si tenéis una idea particular.

- ¿Lo has preguntado a la Miss?

- Es a ti a quien se lo pregunto.

- Es que yo de esas cosas no tengo ni idea. A mí me habéis dicho que hay que casarse y yo me caso, no me quiebres más la cabeza, se va por las ramas.

- Punto primero: si te casas porque te lo ha dicho alguien a mí no me metas en el plural. Punto segundo: se ve que tienes una idea muy espiritual del matrimonio. Punto tercero: lo que yo te pregunto es si en las tarjetas de invitación queréis aparecer vosotros o los padres, le planto escuetamente, que lo último que quiero yo a estas alturas de la jugada es filosofar sobre el matrimonio de los hijos.

- Los padres ¿no?, responde

- ¿Ya lo has hablado con tu padre?
Noto que se pone a la defensiva.

- Ya te he dicho que él no pinta nada en la boda, me dice.

- Los problemas que tengáis los tendrás que resolver con él pero pintar pintaría, si él quiere, porque es tu padre, intento argumentar.

- Si no tienes inconveniente, dejamos ese tema que no me apetece mucho hablar de ello. Él ha decidido quedarse al margen de mi vida, yo respeto su decisión y no tengo más que añadir. Pero me parece a mí que no se es padre por dar el apellido a un hijo sino por cuidarle, por preocuparte por él, por educarlo, por aguantarlo y por enseñarlo. O sea, que desde ya te digo que él no va a aparecer ni en la invitación ni en nada. Al rato, más sosegado, añade: Yo creo que deberíais invitar vosotros si no os parece mal.

- ¿Quiénes somos nosotros?

La Miss y mi chico están en la puerta de la cocina.
- ¿Quiénes van a ser?, responde la Miss, vosotros dos. A mí me parece lo más natural.

- ¿Tú tienes inconveniente en invitar a mi boda?, pregunta el Heredero a mi chico.

- Si tú lo quieres yo encantado, responde el interpelado.

- A ver, que pase el siguiente problema de intendencia, dice el Heredero, ya recuperado.

- Yo quería decir que mamá viene el martes, papá tiene un viaje de negocios y ella quiere aprovechar para hacer compras y esas cosas, nos informa la Miss.

- Pues muy bien, respondemos mi chico y yo al alimón.

- Muy bien relativamente, porque voy a tener que trasladarme a casa, explica la Miss. Le digo que llevo un año viviendo en la casa de tu hijo y le da un patatús.

- Si vale de algo mi opinión, creo que con la verdad se va a cualquier parte. A lo mejor te entendería si tu le explicaras tus razones, aventuro.

- Dudo mucho que mi madre quiera ir a ningún lugar, responde la Miss, y para el poco tiempo que queda hasta la boda no vale la pena montar un pollo. Ellos son felices viviendo en el país de las maravillas ¿para qué les vas a sacar de él?

Tengo por principio no inmiscuirme en asuntos familiares así que me callo.

A la hora del café se presentan Mamen y su Charly. Rápidamente, le pongo al día de las novedades.
- Dice tu sobrino postizo que seamos nosotros quienes aparezcamos en la invitación.

- Como tiene que ser, no va a figurar el ex, que está missing total. Y además, mucho mejor, cuanto menos bulto más claridad, comenta ella. Acuérdate del follón de la niña de Maripi…

Maripi es una amiga común, una chica bien de provincias, de familia integrista y con ínfulas. Estudió farmacia por tradición familiar y, tan pronto como se licenció, casó como se casaban en aquella época las chicas bien de provincias: jovencita e inocente, con un chico guapo y con carrera. A los muchos dones que estaban a la vista el novio añadía el de ser ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, que era el no va más para las madres de entonces.

A los dos años de casados ya tenían dos niñas. Y entonces se produjo en Maripi una especie de metamorfosis. Cuajó en una mujer con arrestos. Con la primera calaverada del marido tuvo una bronca. Con la segunda, se plantó en casa de los suegros y les advirtió que no estaba dispuesta a aguantar tonterías. Con la tercera, le puso los trastos en la puerta. El divorcio, en la ciudad provinciana, fue un escándalo.

Maripi se puso al frente de una de las farmacias familiares y el ex se trasladó a Alicante, compró un barco y profesó de hippy. Pasado un tiempo, se echó una novia con la que acabó casándose.

Ella se emparejó con Luis, un amigo de la pandilla con aspecto de eterno adolescente. No quisieron casarse, pese a lo cual formaban una familia entrañable, unida y divertida.

Cuando se casó la hija mayor, allí estaban los padres biológicos con sus respectivas parejas. A los abuelos, tanto a los paternos como a los maternos, a poco les da un síncope.

- Esto no es moderno, esto es Sodoma y Gomorra juntas, murmuraba la suegra de Maripi.

Sea por la irritación moral, sea por los estragos del cava, la boda acabó como el rosario de la aurora cuando la suegra le reprochó a Maripi ser un mal ejemplo para sus hijas por “vivir en pecado como una barragana”. Maripi le respondió que más le valdría que se preocupara por lo que fumaba su hijo, que no era exactamente tabaco rubio.

- Si mi hijo se mete drogas es porque tú le dejaste, oí yo con estos oídos que ahora oyen música. Y conmigo, unos trescientos invitados.

La hija pequeña aseguró que ella no se casaba ni loca y que si, en un rapto de enajenación mental, lo hacía, sería en secreto y sin familia.

Por lo que a mí se refiere, antes me corto la lengua que montar un espectáculo semejante en la boda de mi hijo. Pero tampoco hay que tentar al diablo. Para que algo salga bien hay que prepararlo bien. Nada tan espontáneo que lo que está bien ensayado.

Así que, tan pronto como los chicos recogen la mesa, Mamen, la Miss y yo nos disponemos a escribir el borrador de la invitación.

La de la tiza                                                                                        Ignacio, el padre vasco
Su chico                                                                                              Gigi, la santa madre vasca
Tienen el gusto de invitarles al enlace matrimonial de sus hijos
La Miss y el Heredero
que tendrá lugar el 6 de mayo de 2011...

10 comentarios:

Pilar Abalorios dijo...

Con un par, di que sí.
Tiza esta Miss cada vez me gusta más, bien por el Heredero.
Y totalmente de acuerdo contigo en que la espontáneidad no es una gran idea, y con la Miss en que la sinceridad está muy sobrevalorada.

Un beso, que nervios...

Uma dijo...

Pues me parece bien solventado el asunto,sobre todo si el biologico está perdido y el heredero está de acuerdo, una amiga mia tuvo el mismo problema que Maripi, pero con buena relacion entre los padres de él y entre ellos y el hijo...
lo de la invitacion lo solucionaron invitando los novios y lo de la mesa presidencial sentandose todos, los biologicos y las nuevas parejas.Me imagino que hubo cotilleo, pero para los amigos de los novios fue lo más normal...
y es que hoy por hoy en bodas se ha visto de todo!!
Besos

Valdomicer dijo...

Invitaciones asi ya las habia hace carenta annos. Esperaba de ti un toque de originalidad.
Esperemos al resto y a ver si a Mamen se le ocurre algo.
Perdoname las patadas ortograficas, la culpa es del teclado ingles.

Anónimo dijo...

jajaja lo que me he reído con lo de "vivir en pecado como una barragana" y la suegra de Maripi.
Me ha recordado a la boda de un amigo de mi chico y los cotilleos que hubo por que la madre se presentó vestida para matar con un reciente nóvio que podia ser su padre.

Lo estáis preparando muy bien, así que todo saldrá bien.

¡Besos!

Cruela DeVal dijo...

Cuanto más te leo más me río y pienso que qué favor les he hecho a mis padres de no casarme nunca.... qué trabajo por dior
Besos

ODRY dijo...

Nena que trajín de bodorrio, me están dando ganas de casarme en segundas nuncias. ¿Me apañais el evento? Ja ja ja.

Un besazo.

Tita dijo...

Uffffff, menos mal que se pone tu chico!!! que ya te veía yo capaz de proclamarte como la Sra Tiza viuda de don padre bio del heredero!!

Porque a ver, con Gigi...imposible que inviten los novios ¡eso no es de familia bien! ¿cuando se ha visto osadía así?

¡No tardes en escribir más!!!

Mary Limón Roe dijo...

Oye, una idea esa del pendrive. Me la voy a apuntar.

pseudosocióloga dijo...

Acabo de llegar y ahora voy a leerme el resto del blog para enterarme pero la curiosidad me puede.¿De qué edades son los personajes?

pseudosocióloga dijo...

Acabo de llegar y ahora voy a leerme el resto del blog para enterarme pero la curiosidad me puede.¿De qué edades son los personajes?