miércoles, 8 de febrero de 2012

Provocar

Ya tenemos otra vez a los chicos en casa. Se han acostumbrado todos los días a la mesa puesta. El Heredero va a echar tanta barriga como la Miss, que está como si se hubiera comido un barril. Yo estoy a punto de ebullición.

La primera vez que entró la Miss en esta casa me cayó bien, lo que demuestra que el olfato felino también falla, no sólo el humano. De haber sospechado entonces lo que se nos avecinaba, la hubiera arañado los ojos. Bien pensado, que tenía que haber arañado más en mi vida pero de joven una es muy inocente.

El Heredero había tenido tantas novias que habíamos perdido la esperanza de colocarlo así que cuando llegó con aquella chica tan guapa, tan modosita, tan dulce, tan enamorada, caímos rendidos a sus encantos. También yo, que soy poco de caer en esas cosas.  Y menos de las humanas.

La Miss es, con mucho, la más lista de las novias que ha tenido el Heredero. Tan lista, que consiguió llevárselo crudo. Y nos metió en casa toda su parentela. Muy finos, muy ay, pordior, pero unos pumas desorejados. Su mamá, la Gigi, le da al drinken. Whisky, exactamente. Porque es vasodilatador, dice, como si fuéramos tontos. Aparte de eso, anda un poco necesitada. De casi todo, pero de roce de lo que más. Mi humana, que es redicha como ella sola, dice que es tan pobre que sólo tiene dinero. Pero dinero tiene en cantidad.

El papá, Ignacio, es de otra pasta. A él le sobra roce. Se le nota de lejos. De cerca, también porque tiene una retrofragancia femenina que no puede ser natural. También le sobra algo de vasodilatador pero lo que más le sobra es echaopalantería. Que más que de Donostia parece de Bilbao. Y un hipócrita, se las da de educado pero lo que da de verdad es una patada a la gata de la casa de sus consuegros sin despeinarse. Que lo sé de buena tinta.

Les agradecería que no me provocaran con los santos padres vascos, que me lanzo.

Lo que quería contarles es que los chicos están en un ay. El cachorrólogo ha dicho que si la criatura no ha nacido en la segunda semana de febrero a la Miss le tendrán que provocar el parto. Me pregunto si en la enciclopedia cachorrológica no existe una palabra más adecuada que provocar. ¡Que estamos hablando de nacer! ¿Con qué ánimo va a venir al mundo esa niña si ya empiezan por provocar a la madre? Mira que son complicados los humanos.

La Miss parece tranquila. El Heredero regulín. No sé si por lo que cuenta el cachorrólogo o por la lata que dan los futuros abuelos. Los humanos míos y, sobre todo, los santos padres vascos. No me provoquen, no me provoquen.

4 comentarios:

Tita dijo...

Echapalantería...me lo guardo, gran término.

Te lo sigo diciendo, Poe...hazte un pis de esos poderosos en la mejor chaqueta del vasco varón, y dejalé bien de pelos de esos que se clavan profundo en la tela.

Y que vuelva a por más si quiere....

Pilar Abalorios dijo...

Si es que a los santos padres vascos lo de convertirse en abuelos, no se yó, sobre todo al echaopalante.

besos

Valdomicer dijo...

Queridísima Poe:
Veo que la cosa se está poniendo fea y empieza a tener cierto tufo a tragedia.
Me explico: Neoabuelidad.
Y por partida doble.
Te veo compartiendo sofá con una colección de peluches.
Caricias en el lomo.

Uma dijo...

oye! que ya es la 2º de febrero! Poe ponnos al dia que yo he llegado tarde!!
habemus nietan????
Bsos