jueves, 20 de mayo de 2010

Pisando charcos


Comentaba estos días con una amiga socialista, de las de convicción, carné y voto fijo, las últimas medidas del gobierno, naturalmente protestando por la reducción salarial a los funcionarios.

- Se mire por donde se mire, le decía yo, este gobierno tendrá que apechugar con el baldón de haber recortado los derechos sociales de millones de trabajadores. Y eso es siempre una regresión impropia de la izquierda.

- Pues sí, respondía ella, será una regresión pero esa medida en concreto, nos da más votos que nos quita.

Lo cual debe de ser cierto, porque no he oído a nadie que haya salido en defensa de nuestros salarios. Ni siquiera el PP, que ahora se declara el partido del progreso y de los trabajadores. Que ya son ganas de hacer declaraciones rimbombantes y meter la gamba, todo a la vez.

Algo debe ir rematadamente mal para que una sociedad asolada por el paro y la crisis se congratule porque a más de tres millones de empleados les bajen el salario. Empleados entre los que se encuentran los maestros de sus hijos, los médicos y sanitarios de sus ambulatorios y hospitales, los policías y bomberos, que les protegen, incluso los barrenderos que limpian las calles. En fin.

Yo creo que es falta de información. Por un lado, que nadie se ha preguntado seriamente para qué sirve la Administración. Por otro, que nos confunden con los interinos de las Administraciones, los que son elegidos para cuatro años.

Cuando uno se plantea para qué sirve un ayuntamiento, le viene inmediatamente a la mente los pollos de la Gürtel trajinándose el valor añadido de los pisos, cuyos beneficios están pagando con tanto esfuerzo las generaciones de nuestros hijos.

Cuando uno piensa en Diputación le viene a la memoria la saga de los Fabra, esos bienaventurados a los que siempre les toca, incluso la lotería. Cuando uno pregunta por una autonomía se retrotrae a los trajes del Camps, por otro alias el curita, ese hombre feliz. Y cuando uno piensa en el gobierno, evoca las declaraciones de hoy sí, mañana no, luego puede ser.

Eso es porque estamos de mal humor. A mí, en concreto, aún me dura la mala leche por la bajada salarial y creo que me durará un tiempo porque cuando empiece a pasárseme el mal rato, volveré a recibir la nómina y así sucesivamente.

Si observáramos la realidad con ojos menos condicionados, sin el resacón que nos ha dejado el último parte de guerra por un lado, y sin la experiencia secular del vuelva usted mañana, por otro, seguramente valoraríamos mejor – y exigiríamos más – a nuestras administraciones públicas.

En eso estaba pensando ayer, ligeramente abstraída en mis elucubraciones, cuando se me cruzó en la vertical del pasillo don Tino, que volvía de hacer el don Tancredo en el Congreso de los Diputados. La ojera a la altura del hombro, cariacontecido y tristón. Tú me dirás, con lo que le están dando.


Dos años dialogando con los agentes sociales y no consiguen cerrar un mínimo acuerdo, el paro galopando por Úbeda y sus cerros, las pensiones tiritando a fuerza de congelación. Y los funcionarios mirando con mala cara. Como para escapar al exilio.

Al exilio acaso no, pero don Tino lleva una temporada de tournée, haciendo bolos. Todo lo que quedaba por inaugurar, se ha inaugurado. Lo que estaba pendiente de reunir se ha reunido. Lo que había que hablar, excepción del diálogo social, se ha hablado. Lo que había que pactar o convenir, se ha pactado o convenido. Un sin parar.
Don Tino pasó ayer por el Congreso, que los miércoles es día de control parlamentario. Control significa en este caso, que cualquier diputado puede formular la pregunta que se le ocurra al gobierno y éste – los ministros – tienen la obligación de responder.

Las preguntas de ayer giraban en torno a la congelación de las pensiones. El diputado del PP le reprochó “las lamentables consecuencias de la política económica descabellada” de este gobierno y el ministro le respondió que el gobierno ha subido las pensiones el doble de lo que las subió el PP.

Fuera del hemiciclo, don Tino, que le ha cogido gusto a largar con los periodistas, añadió que “no está en la agenda retirar las ayudas de 426 euros a los parados que hayan agotado la prestación y el subsidio”. Desmentía así las declaraciones de la jefa de empleo, doña Maravillas, que el día anterior advirtió que habrá que ver "si procede o no la prórroga del Programa Temporal de Protección por Desempleo e Inserción (Prodi)". Que se ve que no les da tiempo a ponerse de acuerdo en lo que hay que decir.

Por si no tuviera bastante con lo suyo, el ministro añadió que "de momento no está en la agenda del Gobierno, ni ninguna propuesta del Gobierno contempla subir impuestos". Lo decía minutos después de que el presidente Zapatero anunciara que el gobierno se plantea subir los impuestos a las rentas más altas, “a los que realmente tienen”.

De vuelta del Congreso, don Tino se metió en su despacho y Manolo siguió camino del suyo. Ni uno ni otro dijeron media palabra pero juraría que Manolo iba pensando: Mira que es aficionado mi señorito a meterse en todos los charcos.

8 comentarios:

Pilar dijo...

Llevo tiempo pensado en porqué todo el mundo se alegra de que nos den a los funcionarios, y he descartado a Forgues como culpable, y a Larra, y a muchos humoristas, que algo de culpa tendrán pero no toda.

Y creo tener una idea, debemos ser los únicos que no han cambiado de nombre, me explico, los viejos pasaron a ancianos y de ahí a mayores, los ciegos a deficientes visuales y después a personas con la visión limitada, los basureros a gestores de residuos sólidos urbanos y así con casi todos, pero nosotros no, seguimos siendo funcionarios y nadie sabe para qué sirve un funcionario.

A eso le sumas que todo lo público ha sido sistemáticamente desacreditado por los políticos, la corrupción y la "externalización".

No nos defiende nadie porque lo de todos se entiende como lo de nadie.

Me temo que lo pagaremos.

Valdomicer dijo...

Se te nota cierto aire de amargura en tu entrada.
Te veo tomando café con la miss y, en vez de "la de la tiza", siendo "la de la taza".
¿Por qué no te dedicas a la gastronotuya?. Se duerme mejor y nos pagan lo mismo.
Un beso.

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo en lo de la falta de información, ese es uno de los peores males, por que se tiende a poner a todos en el mismo saco y eso no es así.

En cuanto a don Tino si es que no sale de una para meterse en otra, parece hecho a posta.

Feliz fin de semana, me acordaré de ti, besos !

Cruela DeVal dijo...

Muy buena la teoría de Pilar...

Lo bueno tuyo es que te explicas de maravilla... y es cierto que mi padre fue funcionario ya que era maestro y casi que no me daba cuenta que también formaba parte del grupo de los lentos de la taquilla con pocas ganas de trabajar y ayudarte... como los de correos.. porque ese desprestigio es común a toda la UE...
Evidentemente si a mi padre saturada de deuda le hubiese quitado el suelo lo hubiéramos pasado peor en casa.... y 100 euros de menos puede suponer el comedor de tu hijo... visto así la verdad es cruda...
en fin que Don Tino se está ganando el cielo, no por sus prestaciones y meteduras de patas sino por su infinito aguante que también es de alabar
Besos

Cruela DeVal dijo...

si a mi padre saturada de deuda le hubiese quitado el suelo lo hubiéramos pasado peor en casa

léase

Si a mi padre saturado de deudas le hubiesen quitado un 5% de suelto

joder qué mal escribo con una tirita en el dedo
Besos

ODRY dijo...

Mi niña a mi información me debe de sobrar, por que hace mucho tiempo que se lo que iba a pasar y no por lo que me decían es España si no por lo que me decían fuera de españa.
Además estoy cansada de ver como se enriquecen, y no dejan de decirnos que tenemos que ser solidarios.
Estoy dececcionada, creo que se nota verdad?

Un besote.

Uma dijo...

Esta vez sabía de lo que hablabas!!! lo escuché en la radio! primero a Maravillas y luego a Don tino diciendo lo contrario.....me dije..."ya se de que va a escribir un post tiza"" ¡que ilusion!! he acertado!

La de la tiza dijo...

Pilar: tu teoría me parece muy interesante, va a ser verdad que es por eso. Y no es que lo vayamos a pagar, es que lo estamos pagando ya.
Valdo: tienes una parte de razón, más que amargura, lo que tengo es un poco de mala leche, lo admito. Me voy a ir dando a la gastronomía-tuya.
Pero dormir, ya duermo muy bien.
Bet: don Tino está echadito a perder, cualquier día de estos me lo cesan. Buen finde, nena. ¡Qué envidia me das!
Crue: quienes nos estamos ganando el cielo somos nosotros, no el jefe. Y cuídate ese dedo.
Odry: se nota, hija, se nos nota a todos.
Uma: España y yo somos así de previsibles. Cuídate, tu y la bolita.