sábado, 8 de enero de 2011

Feminista o gilipollas

Apenas me da tiempo a deshacer la maletilla, de vuelta de la maratón navideña en el pueblo, cuando tengo que incorporarme al misterio…ni. Un poco de sosiego, pordios, que aún no he hecho la digestión de las ostras de Nochevieja, con que para ponerme a trabajar.

Da igual. Ajenos a mi proceso digestivo, mis altos cargos y los altos cargos sindicales han decidido quemar etapas y reunirse a tiempo completo para buscar un acuerdo como la Chelito se buscaba la pulga. Infructuosamente.

Pasan ante mí con caras de circunstancias pero yo los miro como el grupo de amigos que en realidad son. Coleguis.

Coleguis, en distintas barreras pero coleguis. Mis altos cargos están necesitados en llegar a un acuerdo que llevarse a la boca – por favor, por favor –. Los altos cargos sindicales están igual de necesitados de llegar a un acuerdo que ofrecer a sus bases – por favor, por favor –. Los primeros están obligados a ir con un presente a Moncloa. Los segundos, a ir con algún futuro a los trabajadores.

Si se mantiene el alargamiento de la edad de jubilación convocaremos una nueva huelga general, advierten los representantes sindicales. En verdad están queriendo decir: No nos obliguéis a convocar otra huelga, por lo que más queráis.

En el hipotético caso de alguien pegara la oreja a la puerta del salón donde se reúnen los altos cargos y las altas cargas – cosa que a mí no se me ocurre –, percibiría conceptos como edad máxima de jubilación, coeficientes reductores, trabajos de riesgo, años cotizados. Es sólo una parte de la escena. Como en el chiste del dentista, cogidos por sus respectivas partes nobles, unos y otros se miran a los ojos y se dicen mutuamente: Vamos a llevarnos bien, ¿eh?

Como me conozco la historia, aprovecho para ponerme al día de las noticias, que al pueblo no llega la prensa e internet con harta dificultad. De esta forma me entero de que Alicia Giménez Bartlett ha ganado el Nadal de este año. Muy bien, me parece.

Hoy, el periódico Público le hace una entrevista que el editor de turno titula: Hoy la cuestión es ser feminista o gilipollas. Leo el corte y compruebo que la frase ha desestructurado el discurso, como Ferrán Adriá desestructuraba la tortilla, pero si se analiza bien, si se fusionan y ligan los ingredientes, ese es el fondo de la cuestión. Tal como están las cosas no hay más alternativas: o se apuesta por el feminismo o se apuesta por lo otro.

Me llama Tita, que está mi pobre a punto de parir, para interesarse por el final de la fiesta en el pueblo.

- Pare tranquilamente, nena, déjame que haga la digestión y ya seguiré contando.

6 comentarios:

Pilar Abalorios dijo...

Pues no sabes la cantidad de gilis que hay!

Un par de manzanillas (infusión, ¿eh?) y a escribir que nos tienes en ascuas.

besos

Valdomicer dijo...

Y que no se te corte la digestión, por favor, que ahí tienes a tu jefe ocupado todo el fin de semana.

Uma dijo...

Pues reponte rápido y desvinculate del curro lo que puedas que lo que tenga que ser será y nosotros no pintamos nada!!

Despotrikator dijo...

No sé por qué pero creo que salga lo que salga de la reunión sindico-ministerial me huele a mí que no me a gustar ni un pelillo..

Un saludo

Tita dijo...

¿Y no hay más opciones? sólo dos, como a los niños...

Pues ni feminista, ni gilipollas, podió. Y que conste que es sólo una cuestión de términos. Ni mach-ismo ni femin-ismo.

Estoy harta de ismos, y de discriminaciones positivas ¡normalización! Y si digo esto, es porque no me gusta que me identifiquen con alguna feminista declarada, que trata a los hombres como a las mujeres no nos gusta ser tratadas como por uno de ellos. No sé si me explico.

Bueno, Tiza...esto ya está cocido. Tú escribe mucho, que no hay nada que me guste más que leerte largo, así que, si llego y los tengo acumulados ¡tanto mejor!

Y que conste que sin tus explicaciones, esto de las negociaciones estaba perdiendo mucho interés. Así que lo siento por ti...pero me alegro que vuelvas al curro. Hala, a mirar y empaparse bien!!!

Besitos

Anónimo dijo...

Yo lo tengo claro, feminista ! y tomo nota del libro.