lunes, 21 de junio de 2010

El día de la música


Hoy es el día de la música en Europa. No sé en virtud de qué antecedentes, pero desde hace un cuarto de siglo, alguien ha convenido que hoy es un buen día para disfrutar de la música.

En Madrid han organizado conciertos a tutiplén ya durante el fin de semana y hoy muy especialmente. A las 7 en la Plaza de Oriente estaban anunciados los Cíngaro Drom, un grupo que, según la publicidad, nació hace dos años en Madrid, donde se cruzaron los caminos de siete músicos procedentes de Hungría, Portugal, Francia y España.


Sus melodías, prometía el anuncio, están cargadas de alegría, pasión y vitalidad y su música sumerge al espectador en un viaje a Servia, Macedonia, Bulgaria, Hungría e incluso a la India. La actuación estaba patrocinada por la Casa Sefarad de Israel.


La oferta era la suficientemente sugerente como para salir de casa, a pesar de la competencia futbolera. De camino hacia el concierto, nos encontramos que en la iglesia de San Ginés (calle Arenal, al ladito del Joy Eslava y más al ladito aún de la Chocolatería San Ginés – el mejor chocolate con churros de Madrid y alrededores) hay una coral ofreciendo piezas del repertorio polifónico.

Dudamos si quedarnos o seguir, pero hay demasiado barullo y mucha gente así que continuamos camino de la Plaza de Oriente. Llegamos a tiempo, aún no ha empezado la actuación. No hay sillas, cada cual se sienta donde puede, la mayoría en el suelo, nosotros pillamos un espacio en los escalones. Los que no, permanecen de pie.

Los Cíngaro Drom tienen buen ritmo y gusto en sus melodías, enseguida enganchan a la gente. Hay bastantes jóvenes pero también mayores. Muchos se animan a bailar.

El momento tiene su encanto.


Una pareja de abuelos pasea a su nieto en el cochecito.


Cerca, corretea una niña que viste una camiseta de la selección de futbol. Un grupo numeroso, próximo al estrado de los músicos, baila animadamente.


Una mujer danza sola, a su aire.


A unos metros de donde estamos sentados, en la verja que cierra los jardines de Sabatini, una placa recuerda “A los héroes populares que el 2 de mayo de 1808 iniciaron en este mismo lugar la protesta y sacrificio contra las tropas extranjeras”.

Me vienen a la memoria otras imágenes más recientes: las convocatorias a favor de Franco, el famoso millón de manifestantes que jamás han cabido en esta plaza.


En la puerta del palacio real, una pareja de la guardia civil – ella y él – charlan distendidamente.

Los músicos siguen su actuación. Entonan canciones cíngaras y, para cerrar la primera parte, anuncia uno de los cantantes, una canción para celebrar el verano, que hoy se estrena. Sumertime, de Gershwin.

Sobre todos nosotros, se asoma la luna creciente.

Cojo la mano de mi chico y le doy gracias a la vida, que me ha dado otro verano más.

6 comentarios:

Pilar dijo...

Sumertime...y el amor en la mano. Felicidades!!!

Valdomicer dijo...

Pues yo me voy a poner ahora la "Suite de Peer Gynt" de Grieg.
"La mañana" la voy a escuchar por lo menos tres veces.

ODRY dijo...

Hay que ver mi nña que no te pierdes una, je je je

Un besote.

Uma dijo...

me tienes que avisar de estas cosas con mas antelacion que nunca me entero de nada!
me encantan tus paseos tiza!! y tus postales de madrid!
besos

Anónimo dijo...

Que agradable velada, me alegro de que lo disfrutaras !

Besos !

La de la tiza dijo...

Pilar: gracias, soy consciente de que tengo suerte.
Valdo: bonita forma de celebrar la fiesta.
Odry: sí, tengo una amiga que dice que siempre ando recogidita en la p. calle.
Uma: no me pierdo las secciones de los periódicos que anuncian convocatorias del día. Eso, y que me gusta zascandilear por Madrid.
Bet: música, Madrid, verano y mi chico. ¡Una mezcla explosiva!
¿Qué tal los preparativos del viaje? Tengo algunas direcciones, si quieres...