lunes, 15 de noviembre de 2010

¿Por qué Almudena Grandes no es académica de la lengua?


El feminismo es la historia de una larga lucha para conquistar los derechos de ciudadanía que les eran negados a las mujeres. Una lucha por la igualdad en la que las mujeres feministas han unido sus fuerzas a quienes reclamaban la abolición de la esclavitud o el reconocimiento de los derechos sociales a los negros.

Personalmente, me declaro heredera y beneficiara de aquella lucha, orgullosa de ser feminista y de la aportación, por pequeña que sea, que haya podido hacer a la defensa de la igualdad legal y real de las personas.

Hago esta declaración de principios porque hay muchas mujeres jóvenes que consideran el feminismo algo superado, una extravagancia de cuatro locas mal peinadas y peor encaradas que se dedicaban a esas cosas porque no tenían nada mejor que hacer, ni perrito que les ladrara.

Observo, cada día con más frecuencia, que mujeres jóvenes, inteligentes y razonables sostienen que la igualdad ya está conseguida y sobran teorías al respecto.

Mi opinión es que queda mucho camino por recorrer y que ese camino ha de hacerse conjuntamente, mujeres y hombres, o no se recorrerá nunca. Porque mientras las mujeres hacemos los deberes hay muchos hombres que se dedican a la vida contemplativa.

Valga el prefacio antes de decir que he terminado el último libro de Almudena Grandes: Inés y la alegría.


Un gran libro, a mi manera de ver, en el que la autora revela un episodio de la posguerra prácticamente desconocido por la mayoría de los españoles – la invasión del Valle de Arán por una partida de comunistas - y, alrededor de este hecho, novela la vida cotidiana de un grupo de republicanos españoles en el sur de Francia. La escritora mezcla hechos y personajes reales e imaginados para conseguir una novela muy entretenida y bien escrita.

No es su debut. Almudena Grandes es autora de una docena de novelas que igualan a sus éxitos. Varias de estas obras han sido adaptadas al cine y algunas han sido traducidas a otros idiomas.

Bueno, pues me gustaría que alguien me explicara por qué razón Almudena Grandes no está en la Real Academia de la Lengua, donde si están, en cambio, colegas suyos como Arturo Pérez Reverte, Javier Marías o Luis Mateo Díez por señalar sólo tres de los 46 académicos de número, cuyo valor no discuto.

Simplemente me gustaría saber qué méritos tienen ellos que no tenga Almudena Grandes.

12 comentarios:

Tita dijo...

Pues supongo que es cuestión de proponerlo.

No he podido evitar sentime identificada con "esas mujeres jóvenes, inteligentes y razonables que creemos la igualdad está conseguida"

Jajajajaja disiento en consideraros locas mal peinadas: sin locas como vosotras, esto que disfrutamos estas "mujeres jóvenes" no hubiera sucedido.

Pero digamos que ni falta tanto como vosotras pensáis, ni es tanta igualdad como nosotras pensamos.

Es sólo que nuestros chicos cogen la aspiradora sin preguntar con más facilidad que nuestros padres, a nuestros compañeros de trabajo les parece fatal que nos paguen menos (aunque no renuncien a su parte de más) y que nuestras parejas también rebuznan porque les gustaría "arrebatarnos" un pedacito de baja por pater-maternidad sin que les crucifiquen en el trabajo.

A veces pienso que los esclavos son ellos...

Abrazos apretaos

Tita dijo...

Pd. Adoro los libros de Almudena. En algún sitio lo he dicho, menos Te llamaré viernes, que no he podido terminarlo, y éste, que me lo voy a pedir a los reyes, todos, toditos todos.

Estoy releyendo a Malena.

Oye, lo que dices del Valle de Arán me recuerda a la abuela de Raquel Perea de El corazón helado, y aquel pueblo suyo del que salió y no quería ni volver a mencinar su nombre....

Cuánto de ella debe haber en sus libros....

La de la tiza dijo...

Tita: ¿Quién ha de proponerlo? ¿La escritora? Se proponen entre ellos porque siguen siendo mayoría y creen que ellos tienen derecho, que lo tienen, pero no son los únicos en tener derecho a estar en esa institución y en otras muchas.
La igualdad no es sólo cuestión de aspiradora, nena. Podrían empezar por pelear por su cuota de baja paternal aunque les crucifiquen. Siempre será menos que lo que penalizan a las mujeres por la misma razón.
A veces pienso que los esclavos son ellos... ¿Mande?

Tita dijo...

A ver, que como mi chico levante una voz más alta que otra que le haga perder el trabajo que ha de ayudar a mantener a nuestras futuras dos mochuelas ¡me oye! Aunque bien orgullosa estoy de que siempre trate de arrascarle a su jefe ratos para ir a las reuniones del cole de su hija, o le regatee los días libres para poder cogerlos cuando nos conviene para su cuidado. Poco a poco.

Habrá que buscar la manera. Será que no hemos pasado tantas penas como vosotras, y no sé ser más combativa.

Respecto a que Almudena entre allí...pues mira, yo pensaba que en la Academia había gente inteligente. Se ve que si no ven ciertas cosas, será que no lo son tanto.

La de la tiza dijo...

Tita: respecto a la Academia, también puede ser que haya un machismo subyacente que arrasa con todo. No serán muy listos pero son apañaditos, se lo reparten entre ellos. O sea, tontos tampoco.

Pilar Abalorios dijo...

Porqué?
Porque es mujer, porque es de izquierdas pero de las que ya no se llevan, por su marido (magnifico poeta dónde lo halla, que dejó la universidad tras un encontronazo espectacular), por ser una tras otra vez best-seller, por haber escrito literatura erótica sin seudónimo, por...

Tenemos a dar lo logrado por seguro, y no es así, y el camino expedito cuando tenemos la suerte (?) de compartir la vida con hombres que valen la pena (cada día más, pero aún franca minoría) pero me temo que queda mucho y si bien el discurso frentista hombre mujer está superado, el feminismo que cuenta con los hombres como compañeros, tiene mucho camino que recorrer.
Quizás la paridad, o la lucha por un lenguaje diferente no sean el mejor camino, pero inventemos otros, cualquier cosa antes de dar por bueno lo que no es bueno.

En fin, que me caliento, y no es eso.

Un beso, a Inés la guardo para el puente de diciembre, forma parte de mi kit básico de escapada a algún lugar perdido.

Pilar Abalorios dijo...

Perdón lo de la suerte (?) precisa explicación, no creo en la suerte, simplemente las muejeres inteligentes y bien formadas ya no están dispuestas a aguantar a hombres que no las miran como a iguales en derechos y libertades, pero desgraciadamente no todas, saben o pueden elegir.

Uma dijo...

Pues como tita, algo identificada me he sentido con lo de jovenes que piensan que el camino esta recorrido...
La clave está en que en la vida diaria yo no noto machismo...tal vez si estuviera buscando trabajo y no me contrataran por ser mujer en edad de preñarme...o si como a una conocida, no me renovaran el contrato mientras estoy de baja por complicaciones del embarazo...
Pero no me pasa y por eso a veces se me olvida que aun queda mucho por hacer...
ahora bien la discriminacion positiva tampoco me parece la solución, aunque puede ser un paso o un medio...lo reconozco...

Lo de Almudena...cuando algo es subjetivo no se puede juzgar a los que no lo valoran ¿la discriminan por ser mujer o pq piensan que su literatura no es buena? aunque me parece que el comentario de Pilar mete el dedo en la llaga!
Por otro lado tengo que repasar la bibliografia de esta mujer pq no se si he leido algo de ella...pero si Reverte y Marías están y escribe como dices no se pq ella no...en fin!!
Peinate un poco pero sigue con la lucha...jeje
besos

IRMA dijo...

Tengo 37 años (¿se es joven a esta edad o ya se empieza a ser joven solo de espíritu rondando los 40?) y soy feminista de las de mala cara y malos pelos.

Hemos conseguido mucho, pero no tanto como nos creemos. Experimentamos una presión socio-económico-laboral que llamamos “¿suerte?”. Nos quedamos con los hijos, entre otras cosas porque ellos no se quedan, porque su sueldo es mayor y su posibilidad de ascender también y a la economía familiar rara vez le sale las cuentas con el sueldo de la mujer ¿no habíamos quedado en que cobramos lo mismo?. La mujer no es rentable porque puede tener hijos, responsabilidad mayoritariamente nuestra, solas y acompañadas. Tenemos "suerte" de poder quedarnos con los hijos a cambio de no cobrar, de no ascender, de ser solo madres, "suerte" que ellos se cuidan muy mucho de no tener. La estructura familiar con hijos depende del sueldo de ellos, más vale que no falte, eso condiciona la libertad de quedarse en la relación y el precio que pagamos las mujeres por salir de ella. Una mujer “follable” tiene más posibilidades de éxitos que un hombre (y aquí si, son igualmente despreciadas por unos y por otras). Porque el premio del éxito lo siguen repartiendo ellos. Un hombre jamás se considera follable, si no “follador”. Berlusconi, Putin, Sarkozi cuentan con más méritos de cama que políticos. No quiero imaginar la crueldad con que abordarían este asunto si una veleidad muchísimo menor que las de éstos (en algunos casos rayanas con el delito) lo cometiera Ángela Merkel, Esperanza Aguirre o Leire Pajín.

La ley del aborto aun está en discusión porque nosotras parimos pero siguen decidiendo ellos. Si ellos parieran no se andarían con tantas zarandajas morales y papales. Pero ellos no lo necesitan, basta con dejar el hijo a la madre y desaparecer.

Y todavía ahora donde hay un marginado social, hay una mujer doblemente marginada, por la sociedad que abruma a los suyos y por los suyos mismos. Socialmente no está bien considerado ser homosexual, pero aun peor ser lesbiana. Son tantos los casos...

La sociedad es masculina, los modelos están hechos a medida de los hombres porque los hicieron ellos y las mujeres intentamos acoplarnos a ese modelo y competir en él con la maternidad a la espalda. Es imposible. Es responsabilidad de todos que eso cambie porque somos población humana imprescindible en la ecuación, igual que ellos, pero ni siquiera las interesadas estamos dispuestas a pelear por ello, menos aun los hombres. Ojalá hubiera tantos hombres feministas como mujeres hay machistas, pero también eso es impensable.

El feminismo, la igualdad es mucho más profunda que una cuestión de quien pasa el aspirador en casa. Cuando el precio que tengan que pagar los hombres y las mujeres por actuar como tales sea el mismo entonces a lo mejor podemos empezar a hablar de igualdad, pero por ahora y en mi opinión está muy lejos.

Rosa dijo...

A mí Almudena me encanta. Un amigo me dejo un libro y a partir de ahí no he parado. Los domingos alternos es casi un ritual leer su artículo de El País Semanal y compartirlo con mi padre, siempre nos emociona y nos sorprende. Me parece un gran escritora y debería ser académica, no tiene nada que envidiar a muchos que si lo son.

Rosa

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo en que queda mucho camino por recorrer y en lo que dice Irma " La sociedad es masculina, los modelos están hechos a medida de los hombres porque los hicieron ellos y las mujeres intentamos acoplarnos a ese modelo y competir en él con la maternidad a la espalda "

Almudena es una gran escritora, lo he podido comprobar leyendo sus dos últimas novelas, pienso leerme todas las anteriores y las que vengan.

Pincho el enlace de la Real Academia y de 46 académicos solo veo el nombre de 4 mujeres, tampoco doy con la respuesta a tu pregunta.

La de la tiza dijo...

Pilar: no hay conquista segura, hay que reforzar a diario el avance.
Y,mira, yo sí creo que influye un poco la suerte, la de encontrar al compañero de vida.
Irma: feminista, si, pero ni mala cara ni malos pelos. Vamos, pordio. Ya lo cantó Serrat, la vida a veces te da estas compensaciones.
Rosa: bienvenida a esta casa. Otro voto a favor de Almudena, por su alguna vez alguien nos pide opinión.
Bet: ya lo ves, en el porcentaje de mujeres en la Academia tienes la respuesta.